Los periodos previos a las elecciones, aumentan la cautela entre inversionistas y empresarios. La data histórica sobre la inversión privada en el Perú muestra que nuestros indicadores económicos tienden a desacelerarse, el acceso al crédito se restringe y el consumo se vuelve más conservador. Para las pequeñas y medianas empresas – que representan el 99.5% del tejido empresarial del país, de acuerdo con COMEXPerú–, este panorama puede traducirse en retos concretos de liquidez y sostenibilidad.
Frente a este contexto, diversos expertos coinciden en la importancia de anticipar escenarios y blindar las finanzas del negocio. Una de las recomendaciones más frecuentes es diversificar las fuentes de capital operativo, especialmente considerando que las pymes suelen tener menor acceso al crédito bancario tradicional.
“En este tipo de coyunturas, contar con liquidez puede marcar la diferencia entre sostener operaciones o quedar fuera del mercado. El acceso rápido a capital, sin recurrir necesariamente a endeudamiento, se vuelve una ventaja competitiva”, señala Martín Santa María, gerente general de Liquidez Capital Perú.
El ejecutivo explica que esta herramienta permite a las empresas convertir sus cuentas por cobrar en liquidez inmediata, sin necesidad de endeudarse. A diferencia de otras formas de financiamiento, este mecanismo se basa en transacciones ya realizadas y validadas, lo que reduce el riesgo y acelera los flujos.
Crecer sin comprometer la estabilidad
Santa María destaca que el acceso a liquidez es una pieza clave para mantener el dinamismo económico. Por ello, invita a los emprendedores a informarse, planificar con anticipación y explorar alternativas de financiamiento más flexibles y responsables.
“Hoy más que nunca, emprender requiere visión y preparación. El factoring puede ser ese impulso que necesitas para sostener tu operación, invertir en tu crecimiento o aprovechar una oportunidad que no puede esperar”, resalta Santa María.
Liquidez recomienda a los emprendedores evaluar cuidadosamente su flujo de caja, anticiparse a escenarios de baja demanda, y priorizar la liquidez sobre expansión acelerada durante los próximos meses. Algunas buenas prácticas para navegar esta temporada de incertidumbre con mayor solidez incluyen:
- Planificar con base en distintos escenarios de demanda y flujo de caja.
- Priorizar liquidez sobre crecimiento agresivo en los próximos trimestres.
- Evaluar soluciones financieras que no impliquen deuda directa, como el factoring.
- Ajustar estrategias de contratación e inversión según la evolución del clima político.
