En estos años han casi destruido la Pesca Artesanal y la Acuicultura en el Perú

Ocupo el cargo de ministro de Pesquería entre el 21 de junio de 1991 y el 05 de abril de 1996. Durante su gestión logro la modernización del sector pesquero mediante la dación de una Ley General de Pesca, que en su momento fue considerada una de las leyes más modernas y que fue tomada como base para otras legislaciones internacionales. Dicha Ley permitió entre otras cosas, en el Perú, la protección del medio ambiente y sobre todo un fuerte apoyo a la pesca artesanal.

El ministro al que se hace referencia es el ing. Jaime Sobero Taira, con quien conversamos sobre la situación actual del sector pesquero y acuícola, y también su candidatura al Parlamento Andino por el partido Fuerza Popular.

¿Cómo analiza la situación del sector pesquero al año 2021?

Quisiera comenzar diciendo que el concepto de “Perú, país pesquero” es un concepto que no responde a la realidad. El Perú como país pesquero, el 90% es harinero. Una industria procesadora de anchoveta que produce alimento para alimentar a los animales del mundo. Ese es el auge que ha tenido; se modernizo, privatizo bajo mi gestión, se adquirió nuevos mercados, se superó en calidad a la harina de Chile, porque todavía mantenemos un recurso: la anchoveta.

Chile basó su pesquería en la anchoveta, pero también ha tenido que ir al jurel; y en una reunión que participe el Centro de Investigaciones de China, hace 10 o 15 años, ellos me decían que genéticamente los pollos y los animales chinos, respondían mucho mejor su crecimiento y su engorde a la harina de pescado peruana. Lo habían estudiado y nunca imaginé que ese era un cordón umbilical genético entre la harina pesquera peruana y la crianza de animales chinos.

Aun me decían, cuando la harina de pescado de otros países este más barata, preferían la harina de pescado peruana, porque tiene menos histamina, mayores proteínas y ya no es tan tóxica como era antes.

Entonces, este sector peruano que es el 90% harinero, ha crecido mucho e importado mucha harina; pero paralelamente había un sector que en el 1991 lo vimos con el presidente Alberto Fujimori, era el sector pesquero artesanal. Este sector, si bien esta agrupado en sindicatos, son privados, pero estaban diseminados, convocamos a todos y la pregunta fue, tenemos que hacer obras, equipos, cámaras isotérmicas, productores de hielo; y recuerdo que el presidente me dijo “Saque plata de donde sea”, porque no teníamos dinero ya que veníamos de la época del 90 y el ministerio de Pesquería le debía a Petroperú y a medio mundo.

¿Cómo afronto esta situación?

En ese contexto junte a un grupo de científicos y especialistas, pues siempre he trabajado con gente que conoce el sector, entre ellos a Alfredo García Mezina, un especialista en derecho pesquero, Isabel Tsukayama, una bióloga eminente, profesionales de la FAO, e hicimos el planeamiento para captar recursos en base a recursos marítimos; y encontramos la pota.

Se decidió licitar la captura de este recurso (pota) y recuerdo que la Contraloría nos hizo una observación, por lo que integramos a la Contraloría General de la República al grupo de trabajo. Parte del grupo de trabajo había profesionales de la FAO que venía a ver el desarrollo del proceso, e incluso invitamos a un fiscal de prevención del delito, todo ello con el fin que no se caiga la licitación del Ministerio de Pesquería.

Al final, luego de las licitaciones obtuvimos aproximadamente 124 millones de dólares y el presidente Fujimori me dijo señaló que ese dinero no ingrese al Ministerio de Pesquería y se creó el Fondo de Desarrollo Pesquero (Fondepes), que ha hecho lo que no ha hecho ningún gobierno desde España hasta la fecha. Ha hecho de todo. En realidad, en esa época hemos tenido gente muy valiosa, pero que se fueron jubilando y reemplazados por gente inexperta e inclusive ministros, todo con la finalidad de quebrar al sector.

¿Cómo considera que se encuentra el sector pesquero en la actualidad?

En el 2020 cuando se comienza a recorrer toda esa cantidad de obras que se hizo, resulta que todo está abandonado, obsoleto y deteriorado. La pesca artesanal y la acuicultura prácticamente han desaparecido. Durante mi gestión en 1992 promulgue el Decreto Supremo 017, donde se puso como límite las 5 millas marinas para que la pesca artesanal trabajara ahí. ¿Por qué? Porque todas las especies migratorias pelágicas entran a la costa a desovar y se alimentan del fitoplancton y después de desovar se van, y las que quedan empiezan a engordar; pero venia la industria pesquera harinera, entraban los buques de 400, 500 toneladas con redes de cerco de coco de media y se levantaban todo, por eso creamos la zona de 5 millas.

Los peruanos deben estar orgullosos de haber tenido un centro de investigación científica como el Instituto del Mar del Perú (Imarpe) qué en el transcurso de los 50 años, con su metodología científica, todavía tenemos anchoveta para extraer 4 o 5 millones, lo que no ocurre en muchos otros países que prácticamente no tienen pesca.

En esa época le decía al presidente Fujimori que, si nosotros no le damos la importancia, facilidades, recursos económicos, capacitación, trasferencias tecnológicas al Imarpe, no voy a poder tomar una decisión política acertada para beneficio del país. Mira cuanto tiempo ha pasado desde el 91 y no hemos depredado el mar, no hemos depredado ese 90% de la industria que produce harina de pescado.

En el año 1992 menos mal que la FAO dio a conocer el Código Pesca Responsable que todos los pesqueros de esa época y sus lugares tenientes, que son sus hijos, lo han respetado, yo les decía a los armadores pesqueros que, si acá pescamos todos, nos quedamos sin nada.

¿Cuál fue el papel de las vedas en todo este escenario?

Nosotros hicimos un modelo e impusimos una veda biológica de desove primario y secundario. Primario cuando ya comienzan a desovar todas las especies y secundario cuando los que quedan, que aún están chiquitos ya están creciendo. Por eso es que te decía al comienzo, los empresarios empezaron a comprender que sus inversiones estaban aseguradas con sacar recursos, es como ir a la maternidad de Lima y meterse con una ametralladora y matar a todos los bebitos.

¿Pero la anchoveta no solo se emplea para producir harina de pescado?

En mi gestión la anchoveta también se dirigió para la alimentación popular. Recuerdo que la génesis de ello fue un Consejo de ministros, pues los ministros se quejaban que el presidente Fujimori siempre les invitaba café y galletas, y le decían presidente invite un sanguchito, a lo que el presidente les dijo que el ministro de Pesquería va a traer pescado para degustar, por lo que me vi en la situación de llamar al Instituto Tecnológico Pesquero del Perú (ITP) y les dije que preparen 8 variedades de conservas y tenían un mes para ello y se les destino dinero para ello.

Contrataron un grupo grande de personas de los comedores populares para que trabajen porque había que manipular la anchoveta y aprendieran y de paso lleven a sus comedores populares. Se contrato cerca de mil personas de los comedores populares. Llegada la fecha se llevaron los productos a Palacio de Gobierno, y el presidente nos dijo a los ministros, como tanto se quejan de mis galletas con mantequilla hoy día me han enviado de España unas conservas de anchoveta en mostaza, sillao, en salsa de tomate, con kion, con esparrago. En realidad, los locos del ITP habían preparado 19 productos diferentes.

Al final todo quedaron más que satisfechos y encima el presidente les entrego una caja de conservas para cada uno. Pero los ministros comentaron que eso se podía hacer en el Perú y me miraron con algo de incognito, por lo que el presidente Fujimori les dijo que esos productos habían sido desarrollados por el ITP.

Eso fue el inició para el desarrollo de todo un programa social de alimentación a base de anchoveta que trabajo el ITP. Cuando uno hace un programa social masivo tiene que tener dos condiciones, primero, que el recurso sea sustentable y que mantenga un abastecimiento permanente como es la anchoveta; y segundo, que su costo de operación sea bajo que permitan regalarlo. Y otra condición más es que se puede pescar todo el año.

¿Cómo ve la acuicultura en el país?

Para poner un ejemplo, construimos 39 granjas en la frontera con los militares para que los reclutas de la zona puedan hacer un centro de producción de peces nativos, se les enseño como se cría y cosecha, pero luego vino Toledo y desapareció todo. Los acuicultores, tanto en la sierra como en la selva, tienen alimentos para comer, hacer trueque y segundo lo venden.

Si el Estado hubiera promulgado una Ley de Agricultura mejor de la que nosotros vimos en la ley como procedimiento alternativo de progreso, sería otra cosa. Lo que el Estado tiene que hacer es comprar toda la producción acuícola y distribuirlos en hospitales, albergues, Fuerza Armada, Policía Nacional. No le no le estamos dando valor al círculo productivo de la gente.

Toda la acuicultura mundial se ha vuelto una industria de producción de peces, en la China, Japón, Corea, Filipinas. Todos se alimentan de harina de pescado peruano y nosotros estamos vendiendo a ellos; sin embargo, cuando uno va a una comunidad campesina de Puno, como yo he ido, la harina de pescado que les venden es de tercera calidad, es harina barrida de la industria pesquera chilena, que está en el suelo ya no sirve y se la venden a los peruanos más barato.

Nosotros si vamos a hacer un programa nacional para impulsar la acuicultura, tanto maricultura como piscicultura para formar unidades familiares de pequeña y mediana empresa, no para competir con la industria, sino para que sean socios. Nosotros tenemos mano de obra. Ellos tienen conocimiento, pero nosotros tenemos la tierra, las aguas y el amor a la patria.

En realidad, la acuicultura debe tener una Ley especial, ahora encontramos gente que no conoce el tema ubicados en los gobiernos regionales, provinciales y locales manejando el tema acuícola, y lo que es peor, todos de diferentes agrupaciones y ni siquiera coordinan, porque lo que es bueno para uno no lo es para el otro, y bajo esquema han desaparecido a esta actividad importante de la pesquería.

¿Usted está postulando al Parlamento Andino, cuál es su propuesta?

Efectivamente, estoy postulando con el número 3 por Fuerza Popular. Sin crítica a los parlamentarios que me han antecedido, creo que el esfuerzo de los cinco parlamentarios peruanos no ha sido suficiente para acercar al Perú al Parlamento Andino y ver su beneficio.

El Parlamento Andino es un organismo que pertenece a catorce organismos de la Comunidad Económica Andina creado por un Estatuto del Acuerdo de Cartagena, y el primero es el Consejo Nacional de Presidentes, Consejo Nacional de Ministros y así va bajando hasta la Universidad Simón Bolívar

El Parlamento Andino es un organismo deliberante dentro de un sistema andino integrado, y la idea es buscar leyes transversales que permitan que el que tiene más ayude al que tiene menos y el que tiene menos se junte con otro similar. Este grupo del Parlamento Andino que es un grupo deliberante, 50% político y 50% técnico, puede llegar a otros Parlamentos, como la Comunidad Económica Europea, Naciones Unidas Naciones Unidas, la OEA.

De llegar hay dos sectores que me interesan, pesca y acuicultura artesanal, pequeña y mediana empresas productoras de bienes y servicios, en estos dos sectores hay países que están bastante integrado y adelantados, como Chile en lo que es pequeña y mediana empresa. Pero lo que pasa es que no lo hemos sabido aprovechar por diferentes motivos que ya no viene al caso.

Ahora nosotros hemos creado los municipios andinos, así como las empresas andinas como iniciativa del Perú, pero que se ha quedado ahí y hay que retomarlos porque ello es bueno. Dinero hay en el mundo, pero falta canalizarlo. El Parlamento Andino está relacionado con un montón de proyectos, pero creo que él Perú ha utilizado el 5% por diferentes motivos. El artículo 12 del Estatuto del Parlamento Andino define la defensa de los Derechos Humanos, y ahí hay un tema álgido: la inmigraci6n venezolana y la pandemia.

Considero que hay que aprobar un acuerdo del Parlamento Andino con la Comunidad Económica Europea que son transversales porque el tema es que nos curamos del Covid, pero las secuelas mentales y físicas todavía no se han determinado, se tiene que entrar a un análisis andino para tener uniformidad en el tratamiento.

En América Latina hay recursos económicos para la región, tenemos la CAF, Banco Mundial, FAO, y una de las primeras cosas que hay que hacer es sacar ese concepto de sindicalismo que en este siglo 21 está retrocediendo y volverlo pequeñas empresas, pues como entenderá organismos como los mencionados no prestan a sindicatos pues no tienen una constitución orgánica.

El presidente de la Sociedad Nacional de Industrias, Ricardo Márquez, me ha ofrecido formar quinientas pequeñas empresas, totalmente saneadas con título de propiedad para pescadores artesanales a fin que se dediquen a la extracción, maricultura, la acuicultura, porque esto es una generación de empleo de alimentación; y bajo ese mecanismo de pequeñas y medianas empresas van a tener acceso a los préstamos, a las inversiones extranjeras, así como a recibir fondos del extranjero.

Me he acercado mucho al programa del padre Lanzier que fue presidente de la Comisión de Indultos nombrado por el presidente Fujimori, hizo muchas obras en la cárcel, si iba a hacer un convenio para que lo presos de Castro, Castro y San Juan de Lurigancho hagan confecciones para Gamarra, pero se paró.

En el ámbito del Parlamento Andino hay muchos proyectos para beneficio de los reclusos primarios que salen y les constituyen empresas y les dan fondos. En Castro Castro hay un banco propiciado por la Corporación Andina de Fomento, y la CAF es miembro integrante de la Comunidad Andina integrada.

Yo le preguntaba al Carlos Álvarez, que es discípulo del padre Huber Lanzier, sobre el horno especial que fue traído con esos fondos para hacer adornos de cerámica que los ponen en exhibición en el ICPNA cada año y se vende. Hay talleres de confección que no sustituye al millón de uniformes que se piden, sino que sea parte complementaria. En realidad, hay mucho por hacer.